domingo, 15 de agosto de 2010

LA PAPISA JUANA, ¿HISTORIA O LEYENDA?

Sí chicas, se dice que hubo una Papisa en el Vaticano llamada Juana que, escondiendo su identidad sexual, llegó a ocupar dicha posición entre los años 855 y 857.

Juana nació en el año 822 en el pueblo de Ingelheim am Rhein, cerca de Maguncia, hija de un monje.

La pequeña Juana, inmersa en un mundo de religiosidad y erudición, tuvo la oportunidad de estudiar (prohibido a las mujeres de su época) y siendo la carrera eclesiástica la única que le permitía profundizar en sus estudios, se cortó el pelo simulando ser un varón y adoptó el nombre de Johannes Anglicus con el que accedió al monasterio como copista.

Su nuevo status le permitió viajar y relacionarse con grandes personajes de su época y en el año 848, Juana se trasladó a Roma donde consiguió un puesto como docente.

A causa de su reputación erudita, fue presentada al Papa Leon IV y rápidamente se convirtió en su secretaria para asuntos internacionales.

En Julio del 855, tras la defunción del Papa, Juana fue electa como sucesora bajo el nombre de Benedicto III o Juan VIII (no está muy claro porque falta documentación de la época, de ahí a que no se sepa si es historia o leyenda).

Un día la Papisa Juana, disimulando todavía su identidad, salió a caballo al frente de una procesión. De repente, unos fuertes dolores le hicieron caer, dando a luz a una criatura mientras los fieles gritaban "¡Milagro, milagro!". Se cree que esta criatura fue fruto de su unión con Lamberto de Sajonia.

Existen varias versiones respecto a su fallecimiento, algunos afirman que, madre e hija, fueron lapidadas por la población mientras otros dicen que murieron a consecuencia del parto.

Sea como fuere, fue a partir de este momento cuando la Iglesia se vió obligada a efectuar la prueba de virilidad de los Papas electos, la que hoy en día conocemos como la "prueba de la silla" en la que un eclesiástico se encarga de examinar los atributos sexuales del candidato y tras la verificación se afirma "Duos habet et bene pendentes" ("Tiene dos y cuelgan bien").

Es tras esa comprobación que se publica el "Habemus Papam" ("Tenemos Papa").

Os adjunto uno de algunos de los testimonios que tenemos en referencia al pontificado de la Papisa Juana el cuál se dice que fue uno de los más prósperos y justos.

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