Es un pequeño centro muy agradable y full-equiped para la práctica del pilates en un ambiente cómodo y familiar que me hace sentir como en casa, relajada y tranquila.
Gisela, una compañera mía de trabajo, me lo recomendó y sinceramente, asistir a las clases de Natalie y Mandy es una de las mejores cosas que he hecho.
La primera clase es una sesión privada de 1,5 horas con Natalie en la que se evalua tu estado físico en general, se te asesora sobre la postura corporal y se identifican las metas que quieres alcanzar. Igualmente, te hacen una pequeña presentación de todo el equipo en el que realizarás los ejercicios y se te introduce en la técnica de la respiración, muy importante para desarrollar el programa pilates correctamente y sacarle el máximo partido.
A partir de ahí, para obtener resultados visibles, es recomendable asistir a como mínimo una sesión por semana (yo lo que hago es comprar bonos de 10 sesiones).
Es increíble porque notas como tu cuerpo poco a poco va cambiando, se modela, corriges la postura y ganas en flexibilidad.
Pero no solo mi cuerpo se beneficia del pilates, también lo hace mi mente ya que, mientras realizo mis ejercicios, aprovecho para practicar mi inglés.
Estoy muy contenta con todos los beneficios y resultados que el pilates me aporta, es algo con lo que quiero continuar porque me hace sentir bien, me hace sentir muy bien!
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